El equipo marplatense no necesitó un gran partido para superar 2-1 a Ferro de General Pico. Emiliano López -de penal- y Cristian Canuhé fueron los goleadores.
Por Juan Miguel Alvarez
Alvarado no necesitó una producción colectiva lujosa para conseguir un nuevo triunfo en el Federal A. La jerarquía expuesta en jugadas puntuales y la efectividad para concretar en los momentos claves le alcanzaron para sacarse de encima un rival que dio pelea y también ventajas. El equipo marplatense superó 2-1 a Ferro de General Pico y es líder absoluto de la Zona 1, iniciada la sexta fecha.
Alvarado no controló el partido a partir de la posesión. Por eso necesitó solidez en los centrales. También del toque distintivo de Cristian Canuhé, capaz de jugar casi siempre de primera. Y, sobre todo, tuvo gol llegar demasiado al arco contrario, ya que desaprovechó los espacios en cada réplica.
Ferro impuso condiciones en el arranque. Presionó con vigor, cortó muchos balones en el medio -bien Diego Migueles en ese rubro- y puso a correr rápido a sus jugadores externos. En esa quinta marcha le costó conseguir precisión en el último tramo del campo, por eso no generó opciones claras. También influyó para eso la seguridad de Tomás Mantia y Germán Mendoza, quienes estuvieron rápidos para los cruces y se hicieron fuertes en el juego aéreo.
Alvarado, sin la pelota, encontró a Ferro expuesto cuando contraatacó. No lo aprovechó con Francisco Molina, el más veloz y efectivo para las transiciones. Y el local tampoco estuvo fino lanzado en velocidad.
Hasta que la jerarquía local marcó la diferencia en una jugada. Porque Cristian Canuhé simplificó con su pase para Rodrigo Depetris, quien con un toque de espaldas puso de frente a Julián Bonetto. El centro del ex Defensores de Belgrano dio en la mano de César Cocchi y derivó en el penal que Emiliano López convirtió con un zurdazo cruzado.
Ferro encontró posibilidades a partir de algunos pases imperfectos de Alvarado en el centro del campo con el equipo posicionado para iniciar el ataque: un taco de Molina que terminó con un remate de De Hoyos con ángulo cerrado que tapó Matías Degrá y una mala entrega de Ponce derivó en un tiro libre cercano del área.
El equipo de General Pico cada vez fue con más jugadores al ataque (varias veces pasaron los dos laterales sin cobertura de los volantes), aunque Alvarado no logró terminar -a veces ni siquiera empezar- los contraataques en superioridad numérica por malas decisiones o cortes con falta del rival.
En el segundo tiempo el panorama se profundizó. Ferro lo buscó con ímpetu, pero quedó cada vez peor parado. Degrá mostró una gran reacción para tapar con el cuerpo un fuerte remate de Jominy que se desvió en el camino. Y el equipo marplatense se impuso en cada pelota parada en contra.
Además, Alvarado tuvo plena efectividad. Pasado el cuerpo de hora, el ingresado Gentile se escapó en el pie a pie por derecha y lanzó el centro pasado que encontró por el otro costado a Canuhé, quien se perfiló para la derecha y metió el 2-0. Mucho premio para el conjunto de Giganti, que evidentemente está dulce y se impone hasta cuando no juega bien.
El descuento de Vasilchik le puso un poco de suspenso al final. Sin embargo, Alvarado concretó un nuevo triunfo y sigue en la cima. Tiene para mejorar, pero siempre es más fácil hacerlo desde la posición de privilegio.